LA RELIGIÓN, OBLIGATORIA Y CON TRAMPA.

Y ahí es donde, en verdad, creo que está el Quid de la cuestión. El Marianico, para más señas Rajoy, es el verdadero y único ideólogo de todas las tropelías que lo españoles estamos soportando. Se ha rodeado de gentes, sin lustre alguno, a los que impone, sin más, como y cuando se han de ejecutar las cosas, mientras que el, siempre escondido tras algún tipo de pantalla, muestra su sonrisa de cínico, tan bien ensayada, que para sí la quisiera el mejor interprete del Tartufo. Es que no lo ven ustedes, hasta cuando está diciendo una mentira, consciente de que lo es, su sonrisa no se le borra del rostro ¡Es el cinismo personificado!
Y llamo a esta la Ley obligatoria y con trampa, ya que el legislativo, no conforme con la obligatoriedad, de la religión, la incluye entre las asignaturas que suman, o restan, en la evaluación para el logro de becas u otros beneficios; o sea, que se logra una puntuación alta en Religión o peligra cualquier meta que en tu beneficio te propongas, lo cual obliga a nuestros jóvenes del futuro a "empollar" el tema como si de una materia importante se tratara. Y es hasta posible que para algunos lo sea, pero para la mayoría de un país que lleva en su Constitución la denominación de Estado no Confesional, no deja de ser una autentica tropelía.

Uno mi grito, como es lógico, al de miles y miles de gargantas que han gritado en las calles de todas y cada una de las ciudades de España y que han sido oídos, que digo oídos, han sido ignorados por aquellos que no escuchan nada más que la voz del dinero y, para mayor escarnio, la de la iglesia, no de la que parece prometernos el Papa Francisco, si no por la que representa uno de los más cavernícolas de sus representantes, con todos sus títulos, el Cardenal Antonio María Rouco Varela...¡ahí es na!
¡Ah! Y que conste, espero y confío que si queda alguien con dignidad en las altas esferas de este país, impugne la ley ante quien haga falta y no tengamos que asistir, de nuevo, a la separación de sexos en los colegios y en las iglesias, lo cual ya ocurrió en épocas que creíamos lejanas
Pues yo, sentada en el mismo banco que tu, y no pienso moverme. digo que no es media, sino entera.
ResponderEliminarCon buena compañía no importa la espera, pero me temo que si lo que esperamos es que las cosas cambién...habrá que echar buena merienda.
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