LA "SORDERA" DEL PAPA FRANCISCO.
Se decía antiguamente, ahora ni las cosas son como antes ni los gitanos son tan "gitanos", que los padres gitanos no querían a sus hijos con buenos principios y aunque una cosa no tenga que ver con la otra, el Papa Francisco tuvo muy buenos, bonísimos, principios, con aquello de su renuncia a toda pompa o boato y sus inequívocas muestras de humildad, pero el caso es que el tiempo pasa y las cosas que necesitaban de más corrección en la iglesia de Cristo, siguen como estaban con el todavía vivo "papa" Benedicto.
Y me estoy refiriendo a sus representantes por todo el orbe cristiano. Oía el otro día al Presidente de la Conferencia Episcopal del Salvador, el Obispo o Cardenal "no se como", para que recordar el nombre si no suelo hacerlo de todos los animales que conozco, pero la verdad es que después de escucharle, nuestro Rouco hasta me pareció menos "malo" de lo que en realidad es.
Se estaba refiriendo a Beatriz. Sí, esa pobre chica, de la cual tan solo con mencionarla, ya casi todo el mundo conoce su problema y que, por fin, parece haber superado el trance, después de haberle practicado una cesárea y que el feto, como ya se sabia, falleciera a los pocos minutos de nacer. Pero no es de Beatriz de quien quiero hablar hoy; ella, como tantas otras, es una víctima más de la intransigencia de su entorno.
Mi grito está dirigido a la Iglesia, directamente a la de El Salvador y, muy concretamente, al citado Presidente de su Conferencia Episcopal. Su mensaje era duro, muy duro, pero peor que su comunicado fueron las palabras con las que lo compuso. Todas, ninguna de ellas, tenía el mas ligero asomo de humanidad; eran como pedernales hirientes lanzados contra una situación que, aunque en su país estuviera fuera de la legalidad, merecía, al menos, un poco de amor de quienes se consideran a ellos mismos genuinos representantes de la palabra de Cristo en la tierra. No fue así y este hombre, junto a la entidad que representa, perdieron la oportunidad de estar del lado de los humildes.
Hacer responsable de esto al Papa Francisco, no, ni muchísimo menos, pero si pensar que un poco "sordo" si que ha estado cuando no ha respondido de un modo fulminante ante las palabras del citado prelado. No con su destitución inmediata, que a lo mejor no podía hacerlo, pero si, al menos, con la desautorización de algo tan deshumanizado como las palabras pronunciadas.
Como es lógico no voy a entrar aquí a polemizar sobre el si o no del aborto, ni mucho menos sobre la postura de la Iglesia ante el mismo, doctores tiene en su seno que pueden opinar sobre el tema, pero si elevo mi voz, con toda la fuerza de un grito, ante la falta de humanidad con que voces de la Iglesia enfocan ciertos casos y sus consecuencias...se pueden decir las mismas cosas pero, a lo mejor, parecerán otras si dicen con Amor.
¡Ah! Y que conste que sigo "creyendo" en los buenos principios del Papa Francisco, pero le deseo toda la suerte del mundo, ya que es ardua su labor de limpieza.
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