Miércoles 19 Noviembre 2014
NO, A ESE NO, QUE ESE ES DE LOS NUESTROS.
Hay veces que el "escribidor" se harta de lo que le rodea, de la política y sus "ejecutores", de la corrupción y de los corruptos y se pregunta ¿ y de qué escribiré yo, que no sea de esta mierda "reinante"? y desde ese momento se se aleja de lo que tiene cerca y se transporta allí donde se guardan sus recuerdos y entre los mismos encuentra cosas que por si solas son tan interesante o más que otras que están de actualidad, Voy acercarles a ustedes a esos recuerdos y extraer uno de ellos que de seguro les hará gracia por lo que tiene de contumbrista y les dará pena por lo que muestra de incultura.

Acabada la contienda gente de la Iglesia procedió a la restauración de las mismas y en ninguna de las varias que había en el pueblo quedaba ni una sola imagen...en la suya si, Santiago y su puño en alto...esto es un Milagro, dijo el Párroco, siempre dispuesto a arrimar el ascua a su sardina, no es que Santiago es rojo y por eso está aquí dijeron las beatas y...la imagen es "desterrada" a un desván y a los diez años de que acabara la guerra el Párroco, ahora Arcipreste, sigue negando cualquier celebración religiosa relacionada con Santiago.Las beatas se lo impiden.
Todavía
con la risa pegada a los labios, se lo conté a mi padre que, como es
lógico, también lo celebró con risas y luego me dijo: "Mira, aparte de
lo que tu escribas, vamos a ir los dos a hablar con el cura, porque
estoy seguro de que estos pobres hombres, en su timidez, solo han
hablado con las "beatas"...y ambos nos dirigimos a ver a Don Joaquín, el
cual nos dijo, que tenía conocimiento del tema, pero solo a través de
las beatas, las cuales le habían dicho que ellas no venerarían a un
"Rojo". Mi padre que era muy convincente, puso sus argumentos sobre la
mesa y dejó al Cura muy "tocado". Como más tarde yo publiqué varias
"cosillas" al respecto y las "cuchufletas" empezaron a tomar cuerpo en
el pueblo, las aguas volvieron a sus cauces y Santiago a su pedestal. Le
fue devuelta su espada y su brazo en alto dejó de ser un saludo, para
convertirse en lo que siempre había sido, una amenaza para los
infieles...una vez más, para mí y creo que para mucha gente, quedó,
meridianamente claro, el daño que la incultura produce en los pueblos y
como los de "arriba" los prefieren de ese modo para tenerlos más
sumisos.
Y que conste que hoy ni critico ni aconsejo, simplemente expreso mi agradecimiento a las circunstancias que me permitieron estar "allí", para al cabo de los años, muchos años, actuar a modo de correa transmisora y traerlo a uno de Mis Gritos.
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