SABER SER LLEVA A SABER ESTAR
Todo el mundo sabe, aunque también es verdad que otros les han cambiado la historia y lo que saben mejor es que lo olviden, que en España hubo una guerra que iniciaron unos y que como no podía de otro modo ganaron los mismos ...ellos son lo poderosos y punto pelota. Que en el antes, en el y en el después se perdieron varias generaciones de españole y a los que, si seguían siendo los dueños del cortijo nada les importaban. Pero aquellas generaciones de tantas desventaja supo sacar ventajas e inventó la Pensión para los estudiantes, no estudiantes y jóvenes lanzados a la conquista de unos espacios que los alejara de destripar terrones. Madrid, años cuarenta y cincuenta era un emporio de Pensiones y yo tuve la suerte de estar en algunas de ellas y si empleo la palabra suerte es porque suerte es el aprender a convivir con otras gentes que no eran tus gentes,y acabaron, en algunos casos, siendo más que tus propias gentes.

Para el año siguiente, al estar mi lugar de trabajo en la Calle Fernández de la Hoz, en el Barrio de Chamberí, la anterior estaba en Hermosilla, Barrio de Salamanca, tuve que buscar algo próximo y recordé que mi hermano Manolo estuvo en la Calle Viriato y allí me fui. La regían Josefina y Felix, matrimonio encantador que recordaba a mi hermano y su "seriedad", el serio de los libros le llamaban. Me acogieron con los brazos abiertos y me dieron la misma habitación que ocupó mi hermano, individual y con balcón a la calle. De la época de mi hermano seguía Ricardo Alonso y Cuevillas Soley, abogado catalán que ya dejaba asomar su incipiente, además de calva, afán de independentista. Tuvimos varias "civilizadas" discusiones.Los Hermanos Diego, Emilio y Jesús, ambos estudiantes de Medicina, Dos "navarricos" , padre e hijo, cuyos nombres he olvidado, pero que eran encantadores, Rodrigo, hijo de un Granjero extremeño que se vio obligado a mandarlo a Madrid, a estudiar o a lo que fuera, si quería conservar su Granja, morían, según nos contó, de cinco a seis aves diarias a manos del "Rodriguín" y que cada cual de ustedes piense el "método usado". Un tal Javier de Bugallal, nieto de Marqués y un bala perdida. Con los compañeros siempre fue noble y ami, concretamente, hasta me regaló las Alianzas cuando me case, aunque luego me contaron que media hora antes de mi boda todavía no había conseguido el dinero para pagarlas...un Bala el tal Javier...y por fin estaba Fernando Sanchis Pinna y Cazador, que nadie le quitara "su" Cazador. Debía de haber sido muy castigado por las circunstancias, ya que por cualquier "detalle" que se tuviera con el le hacía llorar. Un "viejecito" para todos nosotros encantador...Convivíamos, nos ayudábamos y un día a la semana salíamos todos juntos y junto regresábamos...era nuestra noche. Un día Jesús, uno de los hermanos Diego, tuvo un feo accidente de Moto. Tuvo problema con los Hospitales y todos a una nos ofrecimos a Diego, para con su dirección, atenderle entre todos. Fueron varios meses de cuidados, día y noche, cuando podía cada cual, pero al cabo de los meses, casi todo el Curso, Jesús salió como nuevo. Eramos hermanos hermanados en los caminos y aprendices de la vida que "nuestros mayores"
nos habían puesto por delante...de esa vida salimos, unos con mejor futuro que otros, pero todos con la fe en lo que habíamos aprendido....Aquellas generaciones se encontraron con ellas mismas y mucho se debieron a "Aquellas Pensiones". Mi recuerdo para todas ellas y recordar que una de las mayores alegrías del día de mi Boda, en la Iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel, ubicada en la Glorieta de Iglesia, en el Barrio de Chamberí, fue ver a la salida a todos mis "hermanos" de Pensión,,
incluido el Bala de Javier que, como es lógico, llegó a tiempo con las Alianzas.
No es día, hoy, de mi despedida habitual y sí de recuerdo a todos aquellos que supieron, supimos, labrarnos un futuro desde una generación que pudiéramos llamar, por tantas cosas, MALDITA.
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