lunes, 28 de julio de 2014

DE "MIS AÑOS CUARENTA" DEL SIGLO PASADO, Y OTROS.




Lunes 28 de Julio 2014.

                                   DE "MIS AÑOS CUARENTA", DEL SIGLO PASADO Y OTROS.

La verdad es que hay, en la actualidad, suficientes motivos políticos o que tengan que ver con la política y por ende con nuestras vidas, como para no dejar de escribir sobre ellos, pero también es verdad que hay momentos en los que uno se cansa de gritar contra las mentiras que vuelan, perturbando nuestras vidas, o contra el cinismo que las sustenta, que va más allá de lo que somos capaces de digerir...así que hoy vamos a limpiar la mente de esos problemas, así descansa y descansan ustedes, y rememorar tiempos que fueron y que, a veces, llaman a las puertas de nuestras nostalgias.

Hace unos días, circunstancialmente, mencione a José María Pemán, su nombre me transportó a otros tiempos y esos otros tiempos a vivencias que, indudablemente, contribuyeron a lo que fui y a lo que soy. Yo tenía entonces diez y seis o diez y siete años y ya me había leído cientos de libros, prohibidos y no prohibidos, no había más limite para mí, en cuestión de libros, que aquellos que tenían algo que ver con los textos de los estudios que debía estudiar y no estudiaba. Me reunía con varios escritores, unos más de prosa que de verso y otros, por el contrario, más de verso que de prosa, pero todos ellos mayores que yo, algunos más, casi en la edad que yo tengo ahora; unos se reían con mis ingenuidades poéticas, mientras que otros me alentaban en  mis balbuceantes pasos. Un día organizaron un recital, en el que no quise participar, y se contrató a José María Pemán, entonces era Don, para dar una conferencia que cerrara el evento...vino, cenó con nosotros, me lo presentaron y al decirle: "Enrique, poeta..." dijo Pemán "¿es que aquí no hay nada más que Poetas?" y yo entonces, con la ingenuidad inofensiva de mis pocos años dije, "usted cree que si no fuera así habría tanta gente para escucharle"...todos, incluido el propio Peman, rieron la gracia...y la verdad es que fue una velada amena y el escritor nos deleitó con su fácil verbo, que lo tenía. Recuerdo un Peman alto, con cuello de pajarita, entradas canosas y un "bigotito" al uso, también canoso...Nunca más volví a verlo, ni de lejos ni de cerca, aunque si, como he dicho en otras ocasiones, hice de "negro" suyo, pero por encargo de otros

También por aquellos años Albacete despertó un día tan taurina como cualquier ciudad de más al sur; cuando la gente llenó su plaza de toros, la mayoría más para reírse que para paladear esencias toreras, dos chavales de la tierra, conductor de un coche de caballos, entonces los había, el uno y chico de los recados en unos almacenes de ropa, el otro, Juan Montero y Pedro Martinez, que tomó el nombre de "Pedrés",  Montero y Pedrés armaron tal taco que es difícil de olvidar...torearon divinamente en todas las suertes del toreo y mataron. además, como dicen que mandan los cánones...salida en hombros y los que fueron a reírse de ellos se convirtieron en  los primeros en corear sus nombres...habían nacido dos toreros ¡nada menos que en Albacete! y su nombre corrió de boca en boca hasta convertirse, en pocos meses en la pareja taurina de moda, siendo comparada, incluso, con la ya muy famosa de Aparicio y El Litri. Montero, que había heredado de su padre no solo el pescante, sino que también heredó su mote "Potaje", dio a Albacete la tercera de las "Pes"para convertirlo en la ciudad de las tres P. "Pijo", "Potaje" y "Pedrés". Como no pretendo hacer de comentarista taurino y si de "cronista" de una época que me tocó vivir,  voy a contar lo que ocurrió dentro de mi peña literaria:con motivo del éxito de la pareja de toreros,  uno de ellos, Tomás Preciado, de Hellin, escribió un libro de Poemas dedicado a Juan Montero, que abría con una composición que decía: "Juan Montero, Juan Montero, Torero de La Mancha, ¡Pero Torero!. Meses después el pueblo de Hellin, siempre en pugna con la capital, quiso dar una cena homenaje a su Poeta, involucranndo en ella a las autoridades de Albacete y al torero; asistieron a ella dos o tres de mis compañeros y uno de ellos, Abogado y Poeta, Manolo Bonache, se levantó para homenajear con sus versos al bueno de Tomas y dijo: "Tomas Preciado, Tomás Preciado, Poeta y Hellinero, pero atontado"...Allí terminó la cena y empezaron otras cosas...pero para recuerdos, por hoy ya está bien, solo añadir que meses después de lo narrado, Albacete tuvo oportunidad de añadir una P más a su nombre, al tocarle a un industrial llamado Policarpo Tornero el Gordo completo de la lotería del niño, nada más y nada menos que veinticuatro millones de las antiguas pesetas, por lo que la ciudad pasó a ser la de la cuatro P, Pijo, Policarpo, Potaje y Pedrés.


¡Ah! Y que conste que hoy ni aconsejar ni criticar, recordar nada más.





No hay comentarios:

Publicar un comentario