viernes, 19 de diciembre de 2014

EN EL JARDIN DE LAS DELICIAS.

Viernes 19 Diciembre 2014.

                                                        EN EL JARDÍN DE LAS DELICIAS.

El otro día tuve un sueño y me paseaba en un jardín en el que los perros, todos, lucían un llamativo collar hechos todos con longanizas y para mayor sorpresa de mis ojos, aquellos canes a los que llevaban sus dueños atados, lucían unas cadenas o correas hechas, también, con llamativas ristras de embutidos. Los árboles en aquel jardín no tenían hojas y de sus ramas pendían guirnaldas de colores, entre las que se escondían cajitas de bombones y bolsitas de caramelos...era, sin duda, el Jardín de las Delicias y en el, se decía, reinaba un Mago, que no era rey, pero tenía gran cantidad de súbditos que le aclamaban como si lo fuera...

Y me desperté y busqué por todas las partes a las que podía llegar, pero mi búsqueda iba resultando  inútil hasta que llegue a un lugar en el que se concentraba mucha gente, toda ella luciendo una amplia sonrisa en sus rostros, mientras que sus manos se juntaban y separaban emitiendo un ruido que sonaba a aplauso...entonces me dije, este debe de ser el Jardín de mi sueño, pues en el todo tiende a un canto de felicidad absoluta...y me mezclé con ellos, con todos mis sentidos abiertos a lo que allí se decía y dispuesto a disfrutar de todo lo que, a juzgar por su alegría, estaban disfrutando las gentes que allí se aglomeraban. Sobresaliendo por encima de la gente había una especie de tribuna en la que alguien hablaba...y ese alguien tenía cierta semejanza con el Mago de mi sueño; como el tenía barba, aunque más recortada que la del otro, pero como el otro en sus palabras ponía tal énfasis que aquellas gentes no le dejaban ni acabar las frases, los aplausos lo interrumpían constantemente y era difícil percibir el final de cada una de sus parrafadas...¿y que decía? ¡ah! amigos...en esto si que era igualito, igualito al de mi sueño...se parecía tanto que a mi  me dio por buscar los perros y sus collares de longanizas...

Hablaba de la historia de una crisis...no, no era eso...decía que la crisis, no se a cual de ellas se refería, si a la de su propia credibilidad o a la que afectaba a un país llamado España, que el conocía en su superficie...pues si, era a esta a la que se refería y lo hacía dando un puñetazo sobre una imaginaria mesa y gritando, "esa crisis ya es historia" y lo hemos conseguido nosotros, con nuestras políticas de austeridad, que aunque hayan dejado algunos cadáveres en las cunetas, nos permiten, ahora, pregonar y hacerlo muy alto, que nos hemos situado entre los primeros países de Europa...los aplausos y los vítores no me dejaron oír el final de su parlamento, pero lo que si pude ver era algo en lo que no me había fijado; en una de las esquinas de aquel lugar había un elemento, parecido al rey de bastos de algunas barajas, que con su porra empujaba a unos cuantos disconformes hacía el interior de un habitáculo oscuro, en cuyo interior se perdían...eran, decían algunos, unos cuantos economistas "enteradillos" que con sus mensajes pretendían estropear la fiesta...en aquel lugar en el que yo me había introducido no había más voz que la de aquel presunto mago que cada vez más se enardecía y enardecía a sus seguidores... No, definitiva mente este lugar no es el Jardín de mis sueños, pero en el, aunque solo sea para unos pocos, también deben atar a los perros con longanizas, a juzgar por el entusiasmo de quienes escuchan al orador...y  si hay algunos disconformes, ocurre en las mejores familias, ya saben, a la leonera con ellos y en silencio administrativo, hasta nueva orden...¡¡¡faltaría más!!! Es evidente, en uno de mis sueños, "soñaba"...en el otro ¡ostias Pedrin,! con el otro ...

¡Ah! Y que conste que no pretendo criticar, digo nada más. 

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