domingo, 6 de septiembre de 2015

Y A VER QUIEN LA TIENE MÁS GRANDE...





Lunes 7 Septiembre 2015.

                                          Y A VER QUIEN LA TIENE MAS GRANDE

Quiero decir la generosidad...que no va de broma la cosa. Leí, creo que fue uno de los primeros libros que cayó en mis manos, "En Flandes se ha puesto el Sol", de Eduardo Marquina. Yo tenía once o doce años y recuerdo aquella escena escrita, como si la tuviera ante mis ojos en imagen, un Capitán de los Tercios, que acaba de perder su mano, tiende su muñón ensangrentado a una dama, como si de flores rojas se tratara y dice: "España y yo, Señora, somos así"...no se si cito textualmente, pero si no era así, era de un modo parecido...por mi memoria ya pasaron muchos años.

Ha muerto un niño en La Mar y de este hemos contemplado su imagen yerta, eso ha sido su "suerte" o su "desgracia", ya que fueron muchos los que antes como el murieron, en La Mar o bajo las bombas, y sin embargo no se habían movilizado las conciencias. Ahora si, ahora ha cobrado vida el slogan que dice que "Vale más una imagen que mil palabras" y las conciencias que no despertaron ante miles de horrores, despertaron ante uno solo...Había muerto un niño a la vida y nacido un Martir a la Gloria...lo digo con harto dolor, ¡bienvenido sea!...a este niño no le han dejado extrenar su voz, pero en el cerebro de miles de conciencias ha irrumpido su grito, ese grito que ojala germine eficazmante y sirva para paliar, dentro de lo que cabe, tanta ruina y desolación..."Y como España y yo, Señora, somos así" estamos asistiendo a una desenfrenada cadena de generosidades, que acabará por ser una serie de fuegos de artificio, con mucho ruido y espectacularidad y poca eficacia, si no hay una cabeza pensante que encauce todas y cada una de las iniciativas y ponga orden para conseguir que las ciento de Generosidades que hay sobre el "tapete" sean tan solo una, la Generosidad de España, la que está en Su Historia y no en la serie de leyendas que cada cual, a su manera, ha escrito, para bien o para mal, y que, a veces, tanto mal nos ha hecho.

Como he dicho al principio, la cosa no va de broma y yo que desde muy pequeño he visto "cadenas" de exiliados, aunque parezca mentira a un pueblo tan "pequeñito" como Barrax también llegaron algunos,  unos más famélicos que otros, sin olvidarme en lo que a mí y ellos se refiere que una niña algo mayor que yo quiso "llevarme al huerto" ofreciéndome una para mí desconocida caña de azúcar, que ella constantemente mascaba...esos son recuerdos, recuerdos como las "bombitas" que cayeron sobre Albacete y que llevó a nuestro padre a exiliarnos en una Aldea para huir de la guerra...recuerdos como el de ver algunos muertos sobre las cunetas y contemplar, años más tarde, ya con más raciocinio en mi mente, los trenes llenos de emigrantes, con sus maletas de madera camino de iniciar nuevas vidas en nuevos países. Lo viví, como testigo directo, en un viaje Sevilla-Madrid, en un el Día de los Reyes, en un año cuyos guarismos ya escapan a mis recuerdos. Me adentré, con ellos, en un vagón de tercera, aparte de por lo económico siempre me gustó  mezclarme con sus viajeros y compartir con ellos sus tortillas de patatas. Aquel viaje se me clavó en la retina y nunca olvidaré la esperanza y a la vez desesperanza que se reflejaba en sus ojos...dejaban sus casas pero nunca su fe en un mañana mejor...de la misma forma los exiliados que nos llegan llevan en sus caras el sufrimiento y la desesperanza, pero también su fe encendida...que España les dé, dentro de sus posiblidades, lo que necesiten, pero que su gesto no se quede, por querer ser muchos los protagonistas, en una frase muy "rimbobante" y tan sonora como aquel "España y yo, Señora, somos así.

¡Ah! Y que conste que yo no pretendo "pontificar", digo nada más.
 





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