ALBERTO FABRA CONTRATA ENTRENADOR PERSONAL.

La noticia está en la prensa nacional y no me extrañaría que también en la internacional y por lo tanto no voy a entrar en los pormenores de la misma, aunque si mencionaré, por no tan menor, la cuantía del contrato, que asciende, ni más ni menos, que a la bonita cantidad de Veinte mil euros anuales, así, en números redondos.
En lo que si quiero incidir, porque me parece hiriente, es en la especie de circo en que esta gentecilla que pulula por las alturas políticas del país está convirtiendo España. Un circo en el que cada payaso y son muchos, no juega con pelotas o con bolos, si no que se recrea con los dineros de todos los españoles, en este caso con el de los valencianos que, como es lógico, sale de la misma ubre.
Alberto Fabra es un hombre que podríamos llamar joven e incluso con un buen "pasar" físicamente; que tendrá más asesores que dedos en las manos y que cuando ha llegado hasta donde está, aunque haya sido designado a "dedo", es porque "algo" tendrá de valor intelectual. Pues no, el tiene tan poca fe en si mismo que busca la ayuda de un entrenador, una especie de Simeone, que le eche un capote, tanto física como intelectualmente, para escalar desde su puesto, a cotas más altas en el Partido, el PP., por supuesto. Si la cosa no fuera tan grotesca e incluso trágica, en los tiempos que corren, sería como para escribir una de esas comedias dignas de nuestro maestro de maestros Don Pedro Muñoz Seca.
Ya nos estábamos acostumbrando a las dilectas patochadas de Wert, las mentiras de Montoro e incluso los cinismos de Marianico. Pasando por los papeles de Bárcenas y el estoicismo de la Mato, nos faltaba el "no va más circense" del, según el mismo, esmirriado Alberto Fabra.
Menos mal que, según las últimas noticias, después de hacer pasar a su Portavoz por la vergüenza de tener que explicar dicho contrato a los miembros de las Cortes Valenciana, debió de llegar algún consejo u orden desde alguien más alto y el susodicho contrato fue anulado. Anulación que no evita la polvareda mediática levantada, ni el ridículo que, una vez más, caerá sobre la Comunidad, quizás, mas castigada por la Derecha imperante.
¡Ah! y que conste, no pretendo aconsejar, pero si el Presidente quiere ejercitarse, tanto física como intelectualmente, para lo primero que se dé unas carreras por el cauce del antiguo río y para lo segundo, que se ejercite pensando como sacar a los valencianos del atolladero económico en el que están, desde hace años, sumidos.
A si, en Valencia.... cómo en el cielo. De Marianico.
ResponderEliminarLas madres al poder, que los hijos ya lo estan.
Muy oportuno tu comentario, aunque yo añadiría que muchas de las madres, de saber lo que hacen sus hijos, los repudiarían.
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