lunes, 19 de agosto de 2013

PAPA, ¿POR QUE SOMOS DEL ATLETICO?

Lunes 19 Agosto 2013.

Hace unos años, no muchos, un Publicitario, forofo del Atlético, sin duda, lanzó al aire esta pregunta, que el equipo, como impelido por un resorte, se empeñó en mostrar con presteza, reviviendo glorias que parecían olvidadas. Pero, a pesar de la importancia de estos títulos, no es este el motivo que me lleva a escribir al respecto; el motivo y se remonta a tiempos muy lejanos, cuando ni yo tenía edad para elegir en conciencia  lo que hacía, ni el Atlético era lo que es hoy.

Corría el año mil novecientos cuarenta y uno, lógicamente del siglo  pasado y yo cumplía ese año los diez de existencia. Me internaron en el Colegio de los Padres Escolapios, en Getafe, que recuerdo, como si lo estuviera viendo, como un edificio con una enorme fachada, al menos para mí que procedía, como aquel que dice, de una aldea alejada de la civilización, en cuyas paredes habían grandes "desconchones" que nos dijeron que eran consecuencia de la recién terminada guerra. En su interior un gran patio, que empezaba con tres o cuatro Frontones y seguía mostrando uno o dos campos de fútbol y una amplísima pinada.  Mi hermano mayor, Manolo, ya estaba en el desde el año anterior.

Recuerdo que a los de aquella "hornada", que seríamos unos cincuenta, nos reunió en el patio el Padre Santiago, al que acabaríamos llamando el "Flecha Guerrero" y nos dijo: "Los que sean falangistas que se pongan en un lado, los que sean requetés en el otro". Casi ninguno nos movimos, nuestras edades estaban, en ese aspecto, en la "inopia"...bueno, los que sean del Madrid a un lado y los del Atlético al otro; ahora si, todos se movieron y yo vi que en el lado del Madrid habían más de treinta compañeros, mientras que en el otro no llegaban ni a la mitad...No lo dudé, me uní a los del Atlético y desde entonces y hasta hoy no he dejado de serlo, si bien es cierto que cada vez lo he ido siendo con más fuerza, hasta culminar en un autentico "forofo" sufridor.

Meses, quizás,años más tarde caí en la cuenta de otro detalle de aquel modo de situarnos, el grupo más numeroso  había sido ubicado a la derecha del "Flecha Guerrero", mientras que a los minoritarios nos habían dejado a la izquierda...y mire usted por donde es el lado en el que estuve, estoy y quiero estar, lo cual viene a indicarnos que hasta la más mínima cosa puede tener influencia en nuestras vidas. Y como en el transcurso de mi estancia en el Colegio, el "Flecha Guerrero" y demás colegas se empeñaron en incrementar mis tendencias, estas dejaron de sufrir vaivenes y se consolidaron como definitivas. Los castigos, sus temas, el modo de cumplirlos e incluso la manera como te llegaban ayudaron, en gran manera a esta consolidación: Dentro del Colegio, en sus comedores, en sus clases e incluso en sus pasillos había muchas prohibiciones, la de hablar era una de ellas; también existían, ¡como no! los chivatos y cada vez que uno de estos pronunciaba tu nombre, te caía el castigo, que consistía en escribir diez veces el Cara al Sol o el modo de ayudar a Misa...si en ¡latin!

Hubo noche en la que llegué a juntarme con la tarea de escribir hasta sesenta veces una u otra tarea, con el agravante, además, de que tenía que hacerse sin más mesa que el suelo y sin más apoyo para el pecho y el papel que el propio pavimento. Esto, ya de por si, es motivo más que suficiente para odiar una cosa e inclinarte hacía la contraria. Pero no era bastante, en la calle los falangistas de nueva hornada, que en su mayoría habían salido de debajo de las camas, lugar en el que permanecieron escondidos durante toda la guerra, y que ahora, sin más mérito que el de ser hijo o hermano "de", lucían sus brillantes correajes y alardeaban de pistolas que, la mayoría, no sabían ni manejar. "Acogotaban" al pobre hombre que en la calle pasaba por debajo de una ventana, en la que sonaba el Cara al Sol o el Himno y no se cuadraba; paseaban, peladas al cero, a las mujeres, madres o hermanas, por el único delito de que sus allegados, aunque ya estuvieran muertos, hubieran sido de izquierdas o bien perseguían, prodigándoles buenas sartas de palos a los homoxensuales, a los que llamaban "maricones de mierda".

Ya se, me vais a decir, que esto nada tiene que ver con que sea o no del Atlético, pero os digo que si, que aquella inicial discriminación me marcó de por vida y que todo lo demás que fui viendo o sufriendo a lo largo de mi ya dilatada existencia, no hizo nada más que fortalecer mis tendencias y si bien estoy seguro de que dentro de los seguidores del Atlético, también los habrá de derechas, aunque menos, creo que en caso de ser formados de nuevo por algún "redivivo" Flecha Guerrero, volverían a ser mayoría aplastante, como desgraciadamente lo son en el Congreso, los que se situarán a la derecha, dejándonos a los demás el alto honor de ser minoría.

¡Ah! Y que conste, no pongo en duda de que si la Derecha goza de mayoría absoluta en el Congreso sea por la fuerza de los votos, pero también el pueblo tiene derecho a equivocarse, aunque en la casi totalidad de las ocasiones sus errores los pague con "sangre".




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