...A LA CARA LE CAE.
Desde que se publicó la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, estoy eludiendo comentar algo sobre la misma y, en cierto modo voy a seguir haciéndolo. Viví y lloré todos y cada uno de los atentados de unos sanguinarios asesinos. Me indigné y mostré mi indignación, en público y en privado y, por supuesto, me uní a las victimas, a sus familiares y lo hice y lo sigo haciendo con tal cantidad de dolor, que no quisiera entrar, ni tan siquiera rozándolo, en un tema que, en muchos, sigue levantando ampollas...pero se están diciendo y haciendo cosas que ni siquiera un "comentarista" tan poco avezado como yo puede dejar pasar por alto, sin dejar de mostrar algunas de sus sensaciones.
Y como casi siempre en mis escritos, vuelvo a adentrarme en los juegos, si es que podían llamarse así, de mi niñez y me veo junto a otros chavales de mi misma edad, jugando entre las ruinas que en la sierra cercana al pueblo, había dejado la guerra; no teníamos juguetes, nos tirábamos piedras y, en ocasiones, nos entreteníamos con el poco edificante y antihigienico juego de escupirnos unos a otros, el cual nos dio ocasión de comprobar que a aquel que escupía hacia arriba, le volvía a la cara su propio escupitajo...El que escupe al cielo a la cara le cae, decíamos...y así sigue siendo...Y a ese juego es al que, en un momento determinado y poco adecuado para ello, se pusieron a "!jugar" nuestros políticos; cuando era más necesario el consenso y el hacer política de altura, los que tenían la obligación de hacerlo se dedicaron, sin ir a ninguna sierra cercana ni buscar ruinas de después de una guerra, a lanzarse escupitajos unos contra otros...o, a decir verdad, todos contra uno.
Cuando los de un lado trataban de acabar con la lacra del terrorismo, mediante una negociacion para la que pretendían el consenso, los de la otra parte recurrieron a los métodos más rastreros y sus escupitajos llegaron a ser de leches agriadas, en lugar de salivas más o menos higiénicas...llegaron a recurrir a palabras como "vende patrias", "asesino" y "traidor" y no conformes con ello despertaron a la "hidra" dormida, aliándose con las Asociaciones de Victimas, las cuales se vieron, de pronto, protagonistas principales, de la mano de un potente partido político...y estas, con todo su dolor, que era y siempre será mucho, entraron en el juego e hicieron de la calle escenario de sus lágrimas. Una, dos...no recuerdo las manifestaciones a las que de la mano de políticos y ciudadanos indignados, las Asociaciones de Victimas sumaron sus mas que razonables dolores.
"Y quien escupe al cielo, en la cara le cae", o lo que viene a ser lo mismo, de "aquellos polvos, vinieron estos lodos" y así, hoy, cuando el Tribunal de Estrarburgo anula una Ley retroactiva que, según los entendidos, nunca debió de dictarse, las Asociaciones de Victimas, con todo su dolor latente, se levanta contra los que en otros tiempos les alentaron y de este modo, dentro de lo doloroso del tema, nos adentramos, de nuevo, en una nueva sesión del circo del Marianico: El Gobierno no puede manifestarse como tal, pero como tampoco quiere echarse sobre sus espaldas las protestas de sus aliados de antaño, los alienta como partido y manda a presidirla a la flor y nata de su directiva...eso se llama jugar con dos barajas y no tener lo que hay que tener para dar al "cesar lo que es del cesar y..." ya sabemos lo que sigue. El caso es que volvemos a ser el hazmerreir de una Europa, en la que queremos estar para unas cosas y en la que, incluso, hemos suscrito tratados que ahora desearíamos pasarnos por la entrepierna...y claro, como no podemos, nos queda el consuelo del "pataleo" verbal ante los medios de comunicación, que es en lo que estamos.
Hasta el propio Fernando Sabater, nada dudoso en sus ideas al respecto, decía en uno de sus magníficos Artículos: "Los tribunales son árbitros y aunque los árbitros pueden equivocarse y tomar decisiones erróneas, sin ellos no hay partido. Han pitado penalti y por injusto que a algunos nos parezca debemos acatarlo". Y si esto lo dice quien lo dice, que hace el Partido Popular, cuyo presidente es, a su vez, Presidente del Gobierno, "mandando" a sus hombre a unirse a la protesta de las Asociaciones, por muchas razones que estas tengan...y las tienen. Un día el PP. "escupió" hacia el cielo y hoy a la cara le cae.
¡Ah! y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más...y lo dicho, dicho está.
Cuando los de un lado trataban de acabar con la lacra del terrorismo, mediante una negociacion para la que pretendían el consenso, los de la otra parte recurrieron a los métodos más rastreros y sus escupitajos llegaron a ser de leches agriadas, en lugar de salivas más o menos higiénicas...llegaron a recurrir a palabras como "vende patrias", "asesino" y "traidor" y no conformes con ello despertaron a la "hidra" dormida, aliándose con las Asociaciones de Victimas, las cuales se vieron, de pronto, protagonistas principales, de la mano de un potente partido político...y estas, con todo su dolor, que era y siempre será mucho, entraron en el juego e hicieron de la calle escenario de sus lágrimas. Una, dos...no recuerdo las manifestaciones a las que de la mano de políticos y ciudadanos indignados, las Asociaciones de Victimas sumaron sus mas que razonables dolores.
"Y quien escupe al cielo, en la cara le cae", o lo que viene a ser lo mismo, de "aquellos polvos, vinieron estos lodos" y así, hoy, cuando el Tribunal de Estrarburgo anula una Ley retroactiva que, según los entendidos, nunca debió de dictarse, las Asociaciones de Victimas, con todo su dolor latente, se levanta contra los que en otros tiempos les alentaron y de este modo, dentro de lo doloroso del tema, nos adentramos, de nuevo, en una nueva sesión del circo del Marianico: El Gobierno no puede manifestarse como tal, pero como tampoco quiere echarse sobre sus espaldas las protestas de sus aliados de antaño, los alienta como partido y manda a presidirla a la flor y nata de su directiva...eso se llama jugar con dos barajas y no tener lo que hay que tener para dar al "cesar lo que es del cesar y..." ya sabemos lo que sigue. El caso es que volvemos a ser el hazmerreir de una Europa, en la que queremos estar para unas cosas y en la que, incluso, hemos suscrito tratados que ahora desearíamos pasarnos por la entrepierna...y claro, como no podemos, nos queda el consuelo del "pataleo" verbal ante los medios de comunicación, que es en lo que estamos.
Hasta el propio Fernando Sabater, nada dudoso en sus ideas al respecto, decía en uno de sus magníficos Artículos: "Los tribunales son árbitros y aunque los árbitros pueden equivocarse y tomar decisiones erróneas, sin ellos no hay partido. Han pitado penalti y por injusto que a algunos nos parezca debemos acatarlo". Y si esto lo dice quien lo dice, que hace el Partido Popular, cuyo presidente es, a su vez, Presidente del Gobierno, "mandando" a sus hombre a unirse a la protesta de las Asociaciones, por muchas razones que estas tengan...y las tienen. Un día el PP. "escupió" hacia el cielo y hoy a la cara le cae.
¡Ah! y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más...y lo dicho, dicho está.
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