¡¡¡A DESNUDARSE TOCAN!!!

Viernes 25 Octubre 2013.

                                                              ¡¡¡A DESNUDARSE TOCAN!!!

 El desnudo, como todo desde que el mundo es mundo, tuvo y tiene sus épocas; unas veces se muestra en toda su plenitud y en otras ocasiones hay que esperar que haga viento o que llueva, para que la mujer se levante un poco la falda y el hombre pueda contemplar, aunque deprisa y corriendo, lo que el pudor tan celosamente guarda, ya que, como es evidente, voy a referirme al desnudo femenino, que el otro también puede ser tratado, pero no es este el caso .

Volviendo, como casi siempre, a los tiempos de mi niñez o juventud, se contaba, por aquel entonces, un chiste-historia o una historia-chiste, que venía a narrar lo siguiente: Un hombre, aquejado de dolores de garganta, se dirigió a la consulta de un Médico famoso en la ciudad, llamó a la puerta y le recibió una enfermera, que sin apenas saludarle y sin otro preámbulo, le indicó que entrara en la habitación que le mostraba y se desnudara por completo. Aquel individuo entró en la habitación y sin apenas fijarse de que en ella ya había otras y otros desnudos, empezó a refunfuñar, mientras se quejaba de que para verle la garganta tuviera que desnudarse plenamente; entonces se le acercó otro hombre, ya completamente en pelota viva, portando un papelito azul en su mano derecha, que le dijo, no se queje usted, que yo solo he venido a traer un telegrama...si, me diréis que es malo, pero eran los que estaban de moda entonces, como también lo era el buscar cualquier rendija o resquicio, para a través de ellos poder contemplar algunas "levísimas" interioridades femeninas.

Al respecto y ya más cercano a estos tiempos, Chicho Ibañez Serrador hizo un cáustico e irónico programa de televisión, en el que tres "puritanas", encarnadas por las hermanas Gutierrez Caba y otra actriz cuyo nombre no recuerdo, al compás de una música pegadiza y acorde con el tema, se dedicaban a tapar con paños negros o simples brochazos cualquier parte, femenina o masculina, que se exhibiera impúdicamente en cuadros o estatuas. Recuerdo a La Maja Desnuda, tapada hasta la garganta y al dios Apolo luciendo un improvisado taparrabos...y, lógicamente, recordando aquel programa, me pregunto  que hubieran hecho aquellas tres defensoras de la "decencia" si se hubieran encontrado con las tres Activistas Femeninas, que mostrando sus desnudeces, de cintura para arriba, protestaban en el Congreso de los Diputados por la Ley que sobre el aborto se pretende "sacar de la Manga" el gallardo Gallardón. No se lo que hubieran hecho, pero estoy seguro de fuera lo que fuese, lo hubieran hecho con más gracia y educación de la que emplearon los ujieres del Parlamento y corearon los ocupantes de la bancada de la derecha.

Seguro que no era este tipo de protesta la que llevó al Congreso a la profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Alicante, Mar Esquembre, pero poco faltó para que le  hicieran efectuarla en contra de su voluntad y humillando su integridad moral. Resulta que esta señora, invitada de una diputada de su ciudad, se dirigía a la Tribuna correspondiente y previamente tuvo que pasar por los controles inherentes a estas entradas, pero con lo que ella no contaba era con caer en manos de unos funcionarios, funcionarias, en este caso, menos mal, que celosas de su deber la dejaron poco menos que "en pelota viva", ya que como únicas prendas pendían sobre su cuerpo el sujetador y el pantalón caído hasta los tobillos. Personalmente me parece aberrante, pero aun peor criterio me merece la reacción del Presidente, Jesusito el Posadas , que dijo que pediría un informe sobre el incidente, pero tácitamente formulo su aprobación al mismo,  diciendo que ellos, los policías, saben lo que hay que hacer...y si lo saben, pregunto yo, por qué no lo hicieron al día siguiente, cuando visitaron el Congreso, también invitadas las alcaldesas Rita Barberá y Ana Botella...¿Quien ha tirado ese cohete? el hijo del alcalde, ¡pues que bien que ha sonado!

¡Ah! Y que conste que yo no pretendo aconsejar, digo nada más y en este caso digo, que si hay que desnudarse ¡Viva el desnudo", pero no como castigo.