"PAPA, ¡YA SOY COLUMNISTA!"

Tenía quince o diez y seis años y ya en Albacete. donde vivía, escribía y presentaba un "programita" de radio, en la emisora de la ciudad, a la vez que me publicaban algún Poema en la Voz de Albacete , e incluso recuerdo que me editaron pequeños artículos. La visita del escritor de moda entonces, José María Peman y los ánimos que él me infundió, provocaron mi primer desplazamiento a la conquista de un Madrid, en el que creí se plasmarían todos mis sueños...escribí, concurrí a cuantas tertulias literarias me pudieran servir, tanto para aprender, como para tratar de introducirme en el mundo del periodismo; entonces no había que pasar por la Escuela y bastaba con lograr un carnet profesional. Lo tuve al alcance de mi mano, faltaban pequeños trámites cuando fui movilizado para realizar el llamado entonces Servicio Militar; traslado a Valencia, al Parque de Artillería, de allí al Hospital Militar y de el, directamente, a un Sanatorio en el que luché, logrando vencer, con una grave enfermedad: La Tuberculosis. Operación y vuelta a la normalidad.
Y con todos los vientos favorables, mi segunda "salida" a Madrid. Ya se había creado la Escuela, pero escribí y logré pequeñas colaboraciones, hasta que un amigo de mis amigos, José López del Arco, dueño de la Agencia, clausurada por el régimen, "Del Arco", me contrató para hacer de "negro", sin que él lo supiera, claro está, de José María Peman. Escribí mucho y bien; gané mis buenos dineros, pero mi nombre seguía siendo ignorado en los circulos periodisticos, aunque no así en los publicitarios, donde me destapé como un buen redactor de textos. Varias vicisitudes, entre ellas mi boda, y algún sobresalto y contrato en una Agencia de Publicidad de Valencia, Canut&Bardina, pero no como Redactor, si no como Ejecutivo y como tal, treinta y dos años viajando más que "El baúl de la Piquer", sin poder dedicar ni un solo minuto a mis aficiones literarias, pero, eso si, ampliando mis conocimientos de España, sus ciudades y sus gentes, pues hubo pocas capitales o pueblos, en los que hubiera un potencial cliente para la Agencia, que no fuera visitado por mí.
Jubilación y vuelta a mis orígenes, mis ansias por escribir. Me hablaron de las Redes Sociales y entré en Facebook; contacté con Sergio Rodriguez que, enamorado de la Publicidad, escribía y recopilaba cosas sobre el tema, en su apartado Historia de la Publicidad, contada desde un principio. Escribí muchas historias sobre esta materia y entré a formar parte, como protagonista, en esta recopilación. En el ínterin escribí Poemas y cree hasta tres Blogges, Día a Día de un Poeta, el Grito de un Poeta e Imagenes para un Poeta. Javier de Guzmán, Director del Diario de la Torre, me leyó en alguno de estos y contactó conmigo, pidiendo mi permiso para reproducir mis escritos; acepté, colaboramos y hoy soy Columnista del Diario. Tengo ochenta y dos años y puede decirse que, en cierto modo, he conseguido lo que buscaba desde que tenía quince años y, lo que es mejor, sin perder ni un ápice de la ilusión que entonces ostentaba.
¡Ah! Y que conste, aquí me veo rodeado por otros y otras columnistas, todos autenticos "primeros espadas" entre los que espero no desmerecer en absoluto. Mi saludo a todos ellos.
¡Ah! Y que conste, aquí me veo rodeado por otros y otras columnistas, todos autenticos "primeros espadas" entre los que espero no desmerecer en absoluto. Mi saludo a todos ellos.
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