miércoles, 16 de octubre de 2013

"EL TANCREDISMO" DEL MARIANIC0.


Miércoles 16 Octubre 2013
                                                      
" EL TANCREDISMO" DEL MARIANICO.

Creo que a estas alturas explicar quien era Don Tancredo, está como fuera de lugar y me parece, además, que ya lo describí en uno de mis anteriores "Gritos", pero como siempre suele haber "despistadillos", diré que Don Tancredo era un personaje, siempre vestido de blanco, que formando parte de un grupo taurino, se situaba sobre una especie de pedestal, en el centro del ruedo y dejaba que los astados arremetieran  contra la tarima, sin que en ningún momento el hiciera movimiento alguno...que el señor Rajoy, para mí El Marianico, traiga a mi memoria, casi de un modo obsesivo, a este personaje, no debe de extrañar a nadie, como tampoco debe de sorprender que "Arturete", por mas señas Mas, me recuerde a alguno de los otros personajes que componían el espectáculo. 

También es verdad que lo que está sucediendo o a punto de suceder, entre España y Cataluña, o si quieren Cataluña y España, me trae a la memoria aquellos juegos que, en mi niñez, teníamos como muy divertidos, apostando sobre quien escupía más lejos; quien era capaz de con su meada escribir el nombre más dilatado o simplemente, disputar sobre quien tenía el miembro mas largo. Si, ya se, me vais a decir ¡pero que guarros erais" y yo de inmediato os contesto que, en efecto lo éramos, pero no llegamos nunca a serlo tanto como lo son estos dos "tipejos" jugando a ver quien es más chulo de los dos. En aquellos juegos los protagonistas eramos nosotros y ni ofendíamos ni heríamos a nadie. Estos están poniendo en apuesta nada más y nada menos que la vertebración de España.

El juego, que empezó con el ruido de uno de esos petardos que los niños hacen explotar en la calle, va creciendo con el fragor de una buena traca y mucho me temo que, de no ponerle remedio, el juego de la traca pueda terminar peor que, dicen,  termino  el rosario de la aurora. Y yo no creo, sinceramente, que la cosa sea difícil, aunque ambos personajes estén poniendo de su parte todo lo que pueden para hacerlo más y más complicado. Bastaría con que el Marianico dejara de hacerse el Don Tancredo y bajando de su pedestal, lidiara de una vez por todas el "toro" que el mismo ha creado, ya que eso y no otra es el Arturte, un "becerro" que se creyó poderoso y que hoy está reculando a la espera de que alguien le ayude a salir del hoyo en el que se ha metido y del que, si no le echan una mano, va a salir mas que escaldado....Y así están los dos, el uno encaramado en su sitial y sordo, como si estuviera en una hornacina de cristal, bien pertrechado por la Constitución y lo que ésta lleva emparejado, que le ampara y sin dejar de alardear de su mayoría absoluta, mientras que el otro, cada vez  más acobardado, pero también más chulesco, sigue lanzando al aire sus bravatas, a la espera de que alguien, haciendo uso de sensatez, le saque del atolladero. Atolladero, por supuesto, en el que el solito se ha metido, creyéndose más listo de lo que es y empujado por una razón de la que carece.

He dicho en otras ocasiones que yo ni soy sociologo, ni tampoco experto en política, soy simplemente un observador de la vida y de ella, a veces, escribo, tanto de lo que me gusta como de lo que no y, en este caso concreto, no me gusta nada el comportamiento de estos dos individuos, ya que dos, solo dos, son los únicos protagonistas de la historia...que en una Comunidad o Nación, como ellos se llaman, hay un buen número de personas que quieren la independencia, ¡Toma ya!, gente de esta también la hay en Cartagena y en Sevilla, en el Norte y en el Sur...en todas partes dicen que se cuecen habas, pero una cosa es desear "la luna" y otra tener "razones" para alcanzarla...Y en el caso concreto de Cataluña las razones brillan por su ausencia, aunque haya quien sobre éstas anteponga los sentimientos, juego del que sin mover un dedo se está beneficiando el Gordo Oriol, "incendiando" las actitudes chulescas del Arturete, mientras el Marianico les contempla, sabiendo que un día puede sacar la maza e imponer la razón de la fuerza...¡¡¡volvemos al vencer, despreciando el convencer!!! Lamentable.

¡Ah! Y que conste que yo no pretendo aconsejar, digo nada más, aunque en este caso viene bien añadir que del dialogo sale la luz y no estaría nada mal que estos dos personajes se dejaran de ver cual de los dos "mea más lejos" y se marcaran una buena conversación, dejando al margen imagenes patrioteras y "mazas" dictatoriales.




 


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