EL SER RICO Y EL SABER SER RICO.
Como no lo he sido nunca, ni en Euros ni en Pesetas, dificilmente puedo opinar de lo que se siente siendolo, sin embargo si puedo opinar de como los "veo", ya que he convivido con algunos de ellos. Ya siendo niño recuerdo algunos casos de compañeros de juegos que, de ascendencia rica, acudían a el esparcimiento portando su propio balón, que amenazaban con retirar
y dar por terminado partido si no ganaban o se les negaba la validez de una jugada. Ya de mayor, después de participar en un Recital en una Embajada Americana, se me acercó un joven. algo mayor que yo y después de dicirme que era de Guatemala y que le habían encantado mis Poemas, me rogó, era muy ceremonioso, que cenara con el aquella noche; me llevo a cenar al Castellana Hilton, hotel entonces de más lujo de Madrid, y me dijo que se hospedaba en él, cenamos como "señores" y al llevarme a mi Pensión, en su Mercedes, me rogó, otra vez, que fuera su amigo. Le dije que yo, estudiante, no podía ir a su tren y que no estaba dispuesto a ser "su gorrón"; me dijo, entonces, que le invitara yo a cenar al día siguiente y al acabar aquella cena podía tomar la decisión que quisiera. Así hicimos y le invité a cenar en una "tasca" e invertí en ello todo el dinero que tenía. Ves, me dijo, tú te has gastado todo lo que tenías en invitarme y yo, aunque te invitara mil noches, no me gastaría ni una decima parte de lo que tengo, así que quien da más, tu o yo, y volvió a rogarme que fuera su amigo, acepté y Juan Antonio Lara, un rico que no "olia" a rico, fue, hasta su desaparición en una de las muchas revueltas en su País, uno de los mejores amigos que he tenido en mi vida.

Y si he contado esta historia es para situar mi escrito en el contexto al que quiero llegar y una vez en el vaya por delante que no me gustan los ricos que no saben serlo y que tolero e incluso puedo tener a mi lado a aquellos que siendo potentados, no dejan de ser personas, ahora bien, difilmente me son tolerables aquellas "medianías"que no sabiendo nada más que medrar a la sombra de unos pocos, dedican su verbo en insultar a quienes molestan a su "amos". Me estoy refiriendo, ya es hora que lo diga, al diario Abc el cual dedica dos páginas de su rotativo a detallar los ingresos de presentador televisivo El Gran Wyoming, pero lo grande del caso y aqui viene el gran despropósito es que no lo hace para ensalzar una figura popular y los éxitos de la misma, si no que más bien lo hace para negarle la posibilidad de que, siendo popular y rico por su trabajo, sea, a su vez, defensor de la protección social y la igualdad de oportunidades. Pretenden con su ataque desactivar a alguien que resulta según, a quien, tan molesto como una "mosca cojonera"...¡ostias Pedrin! esta si que es buena, ahora resulta que un hombre que teniendo una carrera universitaria, ha dejado a un lado la misma para dedicarse a la información, que lleva años consiguiendo audiencias millonarias en una o en otra cadena y que con su trabajo ha conseguido unos ahorros, lo de menos es la cuantía, no puede hablar de derechos sociales ni igualdad de oportunidades, entonces quienes tienen que hacerlo, los que no son molestos y si sumisos...esos que hablen de las bondades de sus amigos de "arriba"...que se coman sus informaciones con patatas, que yo y creo que miles como yo, preferimos escuchar a quien nos cae bien, porque nos defiende bien, sin importarnos si en su casa como con cuchillos de plata.
¡Ah! Y que conste que no pretendo criticar, digo nada más.
¡Ah! Y que conste que no pretendo criticar, digo nada más.
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