miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA POLITICA, LA PRENSA Y LOS "ESCRIBIDORES".



Miércoles 10 Septiembre 2014.

                                      LA POLÍTICA, LA PRENSA Y LOS "ESCRIBIDORES"

En mis años mozos, que ya pertenecen a los tiempos de "Maria  Castañas", y ¿quien sería esta señora?, en aquellos tiempos, decía, si el hombre quería ver piernas de mujer, o miraba las de la suya propia, o se iba a una Revista. Hubo muchas y variadas, "Hechicera en Palacio", "La Blanca Doble" y otras muchas que llevaría tiempo y espacio enumerar, pero hubo una que batió todos los records y que, como más tarde ocurriera con Perpiñan y el Último Tango... acudían a verla hombres, jóvenes y viejos, de todos los puntos del solar patrio, se llamaba "Cinco minutos nada menos..."así se llama la opereta" se decía en el primero de sus cantables y si la traigo a colación es porque uno de sus cuadros estaba dedicado a la Prensa.

En el cuadro, la primera vedet, luciendo generosamente sus piernas y portando papel y pluma decía, "digame, que lo voy a "interviudar" y añadía el coro, de voces y piernas, "y lo hará, aunque usted lo esté dudando, mejor que Fernando Castán Palomar"...que debía de ser alguien famoso en su labor de "interviudador" pero que yo no conocí, si es que era real. Decía más tarde la vedet, "que hizo usted ayer, cuando iba por la calle, del brazo de aquella señora, yo me fijé que la llamaba Flora y se que su señora se llama Elena"...lo que venía a demostrar la indiscreción que, a veces, se gasta la prensa y que, también a veces, la hace sumamente peligrosa, Como demostración palpable la "paliza" que los hermanos Dominguín prodigaron a un reportero taurino, creo recordar, conocido por "Recortes", por hablar, no muy bien, del pequeño de los hermanos, Luis Miguel. Creo que de aquella Opereta, si es que no venía de antes, nació mi vocación periodística, que practiqué muy someramente, en algunas colaboraciones y que se desvió en el camino cuando alguien creyó ver que mis dotes de "escribidor" casaban mejor con la Publicidad que con el Periodismo...y a la Publicidad me consagré desde entonces.

Pero no vayan a creer ustedes que me he olvidado de la Política, aunque quisiera, no podría, está demasiado presente, aunque no siempre con verdades, en el devenir diario. Y por cierto, ¿se han dado ustedes cuenta de las diferencias en una noticia, según el rotativo que la publique? Si no lo han hecho, haganlo y verán como hasta se ríen, o lloran, según el aguante de su sensibilidad. ¿O han visto la cantidad de datos que se aportan en uno de los tantos casos de corrupción que asolan nuestro mundo? y que luego, a la hora de la verdad, cuando se empiezan a quitar hojas, pasa como con las lechugas, que desposeídas de las envolturas apenas nos queda cogollo. En serio, señores, y aunque yo mismo no esté tratando el tema con la seriedad debida, no creen que ya es hora de que juguemos un poco a "Contar verdades" en lugar de "Contar mentiras" como hacen unos y otros. Hay cosas con la suficiente gravedad como para que todos, estos y aquellos, políticos y "escribidores", nos informen del fondo de las cosas y no de los "adornos" que cada cual tengan a bien incorporar a la noticia...y aunque yo no sepa quien era, haganlo ustedes, señores "escribidores", mejor que la haría "Fernando Castan Palomar".

Y para que no crean que en mis tiempos de "meritorio" en Madrid me dedicaba tan solo a ver Revistas, quiero aclarar que había un señor amigo mio, en el pueblo en el que mis padres vivían, que me llamaba y me decía, "te envió dinero, para tal día  saca dos entradas de la fila cero y además, cenaremos juntos" y ni que decir tiene que yo me afanaba en cumplir el encargo, que no siempre se me presentaba la ocasión de degustar "opíparas cenas".

¡Ah! Y que conste que no pretendo criticar digo nada más.


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