ME GUSTABAN AQUELLAS GUERRAS PUNICAS...

Viernes 31 Octubre 2014

                                           ME GUSTABAN AQUELLAS GUERRAS PÚNICAS...

Vaya por delante que gustarme no me gusta ninguna guerra, sin embargo cuando era niño y hacía como que estudiaba, la única materia a la que me dedicaba con autentico deleite era la Historia y de ella lo que leía con verdadero entusiasmo eran "aquellas" Guerras entre Romanos y Cartagineses...en ocasiones, en mis fantasias de niño, me reencarnaba en sus personajes, todos ellos de sonoros nombres, Almicar Barca, Asdrubal, Anibal y sobresaliendo entre ellos Publio Cornelio Escipión, al que se le añadía el sobre nombre del Africano y que era con el que más me identificaba, tal vez por aquello de ser el vencedor.

Ahora, al cabo de los años, muchos años, todos le Medios de Comunicación me traen a la mente aquel nombre, Operación Púnica y si bien el de mis lejanos recuerdos me lleva a hechos gloriosos y gestas épicas , aunque también desolación y muerte,  el actual viene cargado de mierda y corrupción...no se, no he querido saberlo, aunque supongo la explicación en alguna parte, el por qué del sobrenombre de Púnica, pero a mi personalmennte me ha hecho "polvo", ya que, aparte de la podredumbre que "carga" en si, ha puesto un porcentaje bastante alto de su suciedad en la épica gloriosa de mis recuerdos. Y montado sobre otras rememoranzas voy a parar en un nombre, Francisco Granados, sin más gloria sobre si que la ser uno de los personajes más significados en aquel celebre "Tamayazo", pues el acaparó todo el protagonismo tanto en el antes como el después de aquel ominoso hecho.A la hora de votar en la Asamblea de Madrid al candidato socialista, que había ganado las elecciones, dos de los miembros de este partido se ausentaron de hemiciclo, con lo cual no se pudo proceder a la elección prevista. Hubo que celebrar nuevas elecciones y en estas resultó vencedora quien anteriormente había sido derrotada...¿lo adivinan? si esa, la "muy ilustre Marquesa Doña Esperanza Aguirre" ...que hubo compra de voluntades, nadie lo dudó, que Francisco Granados, aparte de un tal Saez de Tejada, me parece recordar, fue el promotor de las maniobras en la oscuridad, pocas dudas existen al respecto y que más tarde, a la hora de elegir la persona que presidiera la Comisión de Investigación del "Pucherazo" el dedo de siempre fuera a posarse en la misma "cabeza" que lo había promovido...¡Premio, Francisco Granados! también es cierto, así que es fácil saber cual fue el resultado de la citada investigación.

Y este hombre, Francisco Granados, brazo derecho de la Espe y persona de las más amplia confianza  tanto de ella, como del Partido, es hoy, aparte de un corrupto más de los muchos que nos están invadiendo en estos últimos, ya muy largos, tiempos, repudiado por quienes le promovieron y ninguneado por todos sus valedores...faltaría más, dirán ellos, como íbamos a saber después de más de diez años de tenerlo alimentado en nuestros pechos, como íbamos a saber, dirán, que nuestro "niño" era un indeseable no merecedor de nuestro cariño...Como un Barcenas cualquiera ha traicionado nuestra confianza y merece pudrirse en el más lóbrego de los calabozos...los reyes de la hipocresía y el cinismo han vuelto a  ser las "plañideras" que lloran la traición de los suyos, mientras nosotros, el pueblo llano, seguimos tragando las "ruedas de molino" que ellos nos sirven como menú diario, un día si y al otro también...¡¡¡Ostias Pedrin!!! que diría un castizo...hasta cuando nos va a durar esta angustia.

Esta claro que la Operación Púnica, que hasta podría convertirse en una nueva "Guerra Púnica", sin entrar en averiguaciones de quienes son los romanos y quienes los cartagineses, da para escribir mucho más sobre  la misma, pero eso ya lo hará la Prensa especializada , yo me limito a recordar una historia, la del "tamayazo", y escribir luego, a mi manera, los "flecos" que esta me va sugiriendo...y el resultado no es noticia, ya que la noticia, al completo,  está en los Medios de Comunicación.

¡Ahí! Y que conste que no pretendo criticar, digo nada más