martes, 18 de noviembre de 2014

NO, A ESE NO, QUE ESE ES DE LOS NUESTROS.



 Miércoles 19 Noviembre 2014


                              NO, A ESE NO, QUE ESE ES DE LOS NUESTROS.


 Hay veces que el "escribidor" se harta de lo que le rodea, de la política y sus "ejecutores", de la corrupción y de los corruptos y se pregunta ¿ y de qué escribiré yo, que no sea de esta mierda "reinante"? y desde ese  momento se se aleja de lo que tiene cerca y se transporta allí donde se guardan sus recuerdos y entre los mismos encuentra cosas que por si solas son tan interesante o más que otras  que están de actualidad, Voy acercarles a ustedes a esos recuerdos y extraer uno de ellos que de seguro les hará gracia por lo que tiene de contumbrista y les dará pena por lo que muestra de incultura.

 Tenía diez y seis años y ya hacía mis "pinitos" literarios en el periódico de la Capital. Fui al pueblo del que mi padre era Notario y conmigo debió llegar la noticia de mi actividad literaria; el caso es que un día se presentaron en la Notaría tres hombres del pueblo y cuando mi padre salio a atenderles le dijeron, "No,  Don Manuel, queremos hablar con su hijo". Mi padre con el grancejo que le caracterizaba, les dijo "Mi hijo no tiene aquí despacho, pero le prestaré el mio" y riéndose paso a avisarme. Eran tres labradores, curtidos por el sol y con la timidez que acompaña, casi siempre, a la gente del campo, de la edad de mi padre, pero dirigiéndose a mí como si yo fuera el padre y ellos los hijos; les hice ver que  que no quería ninguna clase de tratamiento, empezaran llamándome de usted y una vez roto el protocolo, fueron al grano; Mira, me dijo el más suelto de ellos, nosotros somos de la Hermandad de Santiago Apóstol y queríamos pedirte que, con tus escritos, nos ayudes a mostrar al pueblo que Santiago no es "Rojo", estábamos en los primeros años cincuenta...Yo la verdad quedé más que sorprendido, había oído desde mi niñez llamar rojo o roja a muchas personas, pero nunca  lo había escuchado de un Santo, y nada más y nada menos que del Santiago y cierra España...expliquenme la historia, que yo sepa de que va. Muy sencillo, como tu sabes, Santiago tiene su brazo levantado y en su mano una espada, la espada era una joya y cuando las cosas empezaron a ponerse feas, el Presidente de la Hermandad la quitó de su mano y la guardó en su casa y después vino lo que vino..Los milicianos entraron en la Iglesia a quemar las imágenes y arrastrar con lo que pudieran y cuando iban a echar en la hoguera a Santiago, el jefe de ellos exclamo, al ver su puño en alto, NO, A ESE NO, QUE ESE ES DE LOS NUESTROS...Y  allí se quedó Santiago, con su puño levantado y reinando en la soledad de la Iglesia.

 Acabada la contienda gente de la Iglesia procedió a la restauración de las mismas y en ninguna de las varias que había en el pueblo quedaba ni una sola imagen...en la suya si, Santiago y su puño en alto...esto es un Milagro, dijo el Párroco, siempre dispuesto a arrimar el ascua a su sardina, no es que Santiago es rojo y por eso está aquí dijeron las beatas  y...la imagen es "desterrada" a un desván y a los diez años de que acabara la guerra el Párroco, ahora Arcipreste, sigue negando cualquier celebración religiosa relacionada con Santiago.Las beatas se lo impiden.
 
Todavía con la risa pegada a los labios, se lo conté a mi padre que, como es lógico, también lo celebró con risas y luego me dijo: "Mira, aparte de lo que tu escribas, vamos a ir los dos a hablar con el cura, porque estoy seguro de que estos pobres hombres, en su timidez, solo han hablado con las "beatas"...y ambos nos dirigimos a ver a Don Joaquín, el cual nos dijo, que tenía conocimiento del tema, pero solo a través de las beatas, las cuales le habían dicho que ellas no venerarían a un "Rojo". Mi padre que era muy convincente, puso sus argumentos sobre la mesa y dejó al Cura muy "tocado". Como más tarde yo publiqué varias "cosillas" al respecto y las "cuchufletas" empezaron a tomar cuerpo en el pueblo, las aguas volvieron a sus cauces y Santiago a su pedestal. Le fue devuelta su espada y su brazo en alto dejó de ser un saludo, para convertirse en lo que siempre había sido, una amenaza para los infieles...una vez más, para mí y creo que para mucha gente, quedó, meridianamente claro, el daño que la incultura produce en los pueblos y como los de "arriba" los prefieren de ese modo para tenerlos más sumisos.

Y que conste que hoy ni critico ni aconsejo, simplemente expreso mi agradecimiento a las circunstancias que me permitieron estar "allí", para al cabo de los años, muchos años, actuar a modo de correa transmisora y traerlo a uno de Mis Gritos.


                                                                                                                                                                                                    

                                   













                                                                                                                                                                                                    

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