viernes, 15 de mayo de 2015

PERROS MASTINES EN LA SEGURIDAD SOCIAL


Viernes 15 Mayo 2015

                                             PERROS MASTINES EN LA SEGURIDAD SOCIAL

He sido y aun lo soy hombre de Pueblo; siempre me gustó más vivir en pueblos en los que "todo" esta al alcance de tu mano y no en grandes poblaciones en las que todo, hasta las ideas, se te escapan...no me gusta las excesiva "mecanización". Y recuerdo que en los pueblos "casi" en cada casa se disponía de un perro guardián, que en la mayoría de las ocasiones era más acompañante que custodio, pero que llegado el caso sabía enseñar los colmillos.

A enseñar los colmillos es a lo que han aleccionado a algunos "elementos" de nuestro Servicio de Salud, que al no estar, por lo visto, muy capacitados para el desempeño de su profesión, se les encomienda la misión de ahuyentar a los usuarios que  pueden ser gravosos al sistema. Siempre he pensado que esto existía, pero hasta hace unos días no he tenido una constatación verídica de su "presencia". Vamos con el caso: Conozco a un abuelo que ya no cumple los ochenta, al que se le ha detectado una Hernia de Disco que afecta muy directamente a su movilidad; esto se supo mediante una Resonancia Magnética que se le realizó a petición del Servicio de Cirugía del Hospital del pueblo en el que reside. Este Servicio, con objeto de comprobar las posibilidades de una posible intervención, recaba una prueba más, una Electromicrografía, no me preguntéis que es, pues lo ignoro. El paciente entrega la petición en administración, en cuyo servicio se le indica que el plazo para su realización será de dos años, apesar de llevar una indicación que reza "Preferente y Urgente". O sea, que puede darse el caso, teniendo en cuenta la edad del peticionario, que se le tenga que efectuar el Servicio levantando la losa de su tumba...el clásico "Muerto el burro, la cebada al rabo".

Y no hubo que esperar los dos años...a los seis meses, el interesado recibió una comunicación citándole para el día 13 del mes en curso ...Y el abuelo de nuestra historia, feliz por ser citado, pero sin poder prescindir de su sordera, se hace acompañar de su hijo y  concurre a la cita...en la sala no hay aparato alguno y solo está en ella, en mangas de camisa, sin bata alguna que le identifique, un elemento con "cara de ulcera" que de buenas a primeras inicia una serie de "ladridos", con los que sigue durante cierto tiempo, termina, el hijo se levanta y el abuelo detrás. No se ha enterado de nada, pero más le ha valido, su hijo le indica que, entre otras cosas, el "mastín" ha dicho que no ha lugar a urgencias cuando se puede llegar andando y otras lindezas más, todas en tono de "bronca"...y de allí salieron padre e hijo sin saber nada más que no habría operación, ya que la misma tenía sus riegos...todo normal si eso hubiera sido dicho por una persona hablando con personas y no por "un Mastín" ladrando para ahuyentar a quienes, ni más ni menos, pretendían ser tratados como seres humanos y no como molesta escoria". El tono despectivo de toda la conversación le fue trasladado al abuelo por el hijo y el pobre "viejo" ese día maldijo su sordera como no lo había hecho nunca...Así me lo contó luego a mi y así lo cuento yo a ustedes, con una conclusión: También hay perros mastines en donde debiera haber personas.

¡A! Y que conste que yo no pretendo criticar, digo nada más.






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