COMO UNA BOCA SEDIENTA

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Lunes 28 Septiembre 2015


                                                           "COMO UNA BOCA SEDIENTA"

Os juro que no quería hacerlo...me había propuesto no hablar de Cataluña y olvidarme por completo de los "mentecatos", y que me perdonen los mentecatos, que la gobiernan o pretenden gobernarla. Pero el propósito no es fácil, antes bien, hay tanto "hueco" por el que penetrar que el comentario surge casi solo, no se necesita "casi" ni pulsar las teclas...¡ellas de por sí están ya más que motivadas!

La escena, que para sí la quisiera un Buñuel o un Berlanga con guíon de Azcona, es tan cómica y tan triste a la vez que la risa que nace ante ella es tan agría que hasta hace sangrar los labios. Como proveniente de una feroz dictadura no tuve ocasión de presenciar muchos balcones floridos por cantos vitoriosos, ni amargados por la derrota, pero si han sido suficientes como para tener elementos que me permitan apreciar las diferencias. La de anoche, no era balcón, era una especie de tribuna que permitía albergar a tanto "monosabio" como se ubicaba en ella, era de una comicidad tan hiriente que lo mejor era apartar la vista de la misma.  Pero no lo hice, quise llegar hasta donde mis "tragaderas" me aguantaran y así pude contemplar y escuchar los "parloteos" de todos y cada uno de los interviniéntes ¿cual de ellos fue más alborozado e incongruente? ¡Ah! amigos, eso debería someterse a concurso. Habían ganado, decían ellos, pero que habían ganado, el "pito" o la "pelota", porque lo que se "jugaban" era una unanimidad independentista y ahí les salió el "tiro por la culata"...no obstante, allí en su tribuna, se sintieron tan "niños" que, uno tras de otro, entonaron aquello de "Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras...", la diferencia estribaba en que no iban nada despacio, por el contrario iban deprisa  para tapar con ello la "trola" que pretendían colarnos, del mismo que con sus "banderas" y "verborrea" quisieron tapar antes la corrupción que les "carcome".

Y son tan tontos que hasta llegan a creerse que los tontos somos los demás. En el día de ayer, nefasto, creo, para Cataluña, los habitantes de "aquella" tribuna presumen de haber ganado y en efecto, han ganado un pueblo, el Catalán, partido en dos a consecuencia de su ambicioso proyecto. Pienso que cuarenta y siete y pico es menos que cincuenta y dos, también y pico y que esas cifras representan un buen "puñado" de votos negativos, que dan una mayoría, si no aplastante, si suficiente, a aquellos que piden a la "virgen" que les deje como están y no verse abocados a la "tiranía de las minorías", que son que duda cabe, bastante peor que las otras. Si de verdad los Más, Junqueras y sus coortes fueran Demócratas, después de lo de ayer, se irían a sus casas y dejarían a pueblo con sus problemas, pero con su dignidad impoluta.

¡Ah! Y que conste que yo no pretendo aconsejar, digo nada más