miércoles, 31 de julio de 2013

CAMBIO CIEN ROUCOS POR UN SOLO FRANCISCO.

Viernes 2 Agosto 2013.

                                                     CAMBIO CIEN ROUCOS POR UN SOLO FRANCISCO.

No se, ni tampoco me importa mucho, el número exacto de los miembros de "nuestra" Conferencia Episcopal, pero así, sin contarlos y "a pelo" los cambio...después de su ejecutoria a la cabeza de la Iglesia Católica Española donde mejor están, indudablemente, es en el rincón más ignorado del olvido.

En dos ocasiones he hablado en mi "Grito" del Papa Francisco. En la primera de las ocasiones, que titulé "Francisco Alegre y ¿Que?" ya expresé las buenas sensaciones que este hombre había despertado en mí; sin grandes alardes, pero con muy buenos gestos, dejó abiertas las puertas de la esperanza. La segunda vez, que llamé "Socorro, Francisco", era una llamada, precisamente al Papa, para que nos quitara de en medio, cuanto antes, al tal Rouco y sus monaguillos, llamense Caminos o como se llamen.

Han sido tres palabras, solo tres palabras, como en la vieja canción, pero han sido tan definidoras que han bastado para trazar las lineas maestras de todo un Pontificado: "Soy vuestro Obispo" y como tal quiero estar con vosotros...Yo, la verdad, católico, lo que se dice católico, creo que no lo he sido nada más que cuando los frailes me obligaban a ello o la gente de mi entorno lo era y me llevaba a serlo...no había otras cosas, además, en las que poder elegir...Si recuerdo que en cierta ocasión, en la capital en la que vivía, se organizó un grupo de jóvenes de Acción Católica para ir a prender fuego a la única capilla protestante que, clandestinamente, ejercía su apostolado. No solo me negué, si no que conseguí que, al menos aquella noche no lo hicieran...lo consumaron días más tarde.

Católico, lo que se dice católico, creo, como ya he dicho, que no lo fui nunca...Cristiano si, Cristiano lo fui, hasta que harto de palabras vanas, amenazas con el infierno y castigos de toda índole y, sobre todo, cansado de hombres  revestidos de oro y asentados sobre sillas del mismo metal precioso. queriendo predicar mansedumbre a los pobres y resignación a los oprimidos; mal interpretando el mensaje de Cristo y conviviendo con los mercaderes que el propio Cristo arrojó de su templo, siendo, en una palabra, un mal remedo del Evangelio que decían predicar. Creo poder afirmar, sin temor a equivocarme, que la doctrina propugnada por Rouco y compañía ha logrado más bajas en el cristianismo, que hubiera conseguido el más anticristo de los anticristos.

Francisco ha dicho, "Soy vuestro Obispo" y ha orillado coches blindados porque entre un Obispo y su gente no debe haber más blindaje que la devoción sus fieles. Rouco ha encabezado manifestaciones, si bien no lo ha hecho para defender ni a lo pobres ni a los oprimidos y si para defender los derechos de una Iglesia que ya goza de ellos, por encima de lo que debiera estarle permitido. En el primero de mis "Gritos" sobre Francisco me preguntaba ¿y ahora que?; ahora puedo contestarme que los primeros gestos del Papa no fueron un mero ejercicio de "marketing, si no que constituyeron, más bien, un poner las primeras piedras de un edificio que, de no ocurrir nada anormal, será faro y guia de un cristianismo por El refundado.

Y mientras alguien me preguntará ¿y que hacemos con Rouco y los que como él piensan? no se los que son y si sobre pasan la cifra de cien...si fuera así y aunque su numero estuviera por encima de ese dígito, los incluíamos en el lote y todavía saliamos ganando.

¡Ah! Y que conste, como Francisco creo en un Estado Laico y por encima de todo, propugno que cada uno, previo conocimiento exacto de todas las opciones, elija la que mejor cuadre con sus ideas.




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