DE LAS TERTULIAS Y LOS "TERTULIANOS"

Miércoles 30 Octubre 2013.

                                         DE LAS TERTULIAS Y LOS "TERTULIANOS"

Es un hecho incuestionable que después de ochenta y dos años vividos, la niñez queda ya muy lejos, tan lejos que muchos de mis coetáneos no la recuerdan y otros, lamentablemente, ya no están, pero también es evidente que en todo tiempo, el niño, tuvo tendencia a fijarse en sus mayores e incluso a emularlos; hoy no parece que sea así, a juzgar por el "desapego" con que el niño mira a ciertas cosas que, en su día, fueron transcendentes y que hoy, al menos para ellos, han dejado de serlo...claro que también es verdad que para lo que se oye, hay ocasiones en las que es mejor hacerse el sordo.

Y como me da la sensación que, en contra de mi costumbre, el giro que va tomando mi escrito es rematadamente serio, incorporo al mismo algo que de igual modo puede servir para perros, que para gatos, ya que a las peleas de estos es a lo que se asemejan las Tertulias con las que nuestras televisiones nos obsequian. Es cierto que los protagonistas de las mismas, sobre todo algunos de ellos, no parecen personas a a las que se le deba faltar al respeto. Los hay "desencorbatados" y de pelos largos, pero también los hay muy puestos de corbata, peinando bastantes canas y con el aspecto de haber acunado en sus brazos algunos nietos. También, como no podía ser de otro modo, hay tertulianas, no con la paridad debida, pero las hay...variedad, la verdad, no mucha, pues viendo ciertas tertulias televisivas da la sensación de que sus protagonistas, en su mayoría, son de los pocos españoles que hoy tienen un contrato fijo.

Yo, en un alarde de imginación y más, aun, de fantasía, me veo con quince o diez y seis años, delante de un televisor, escuchando a estos personajes y, a pesar del mucho interés que entonces tenía por escuchar a los mayores, nos les hubiera aguantado ni un solo"asalto"...quiero creer y creo que, con o sin "botellón" los quince o diez y seis años vienen a ser, en cualquier circunstancia, lo mismo y comprendo que los de ahora huyan  de estos programas,  lo mismo que yo hubiera huido entonces...son peleas de perros y gatos, en las que, no se porque circunstancia, a lo mejor los han elegido así, unos son de un color y los otros de otro, sin que, por una rara casualidad, exista uno que sea a su vez marrón y blanco o, simplemente, blanco y negro...

Decía un largo Poema de los que se escuchaban entonces, el "Piyayo", ..."y a mi me da mucha pena y me causa un "respeto imponente"...lo mismo que me causa a mi el ver al tertuliano, que he dicho debía de ser abuelo, quitando la palabra al oponente, o al oponente quitandosela al "abuelo", que lo mismo da, el caso es que ninguno acaba por decir nada, porque el otro no le deja...y así una vez y otra, gritar por gritar, sin que el espectador acabe de enterarse si eran "galgos o podencos". He dicho y repetido que no soy Sociólogo, pero como simple espectador de la calle me atrevería a decir que estás tertulias de pedagógicas no tienen nada, al menos para quienes estamos al otro lado de la pantalla, que para los que están de la parte de adentro, siempre "tienen" algo; para los que están como espectadores el "divetimento" de aplaudir cuando son llamados a ello y la efímera y casual fortuna de que los enfoque la cámara, para los otros, los protagonistas, lo que buenamente les paguen, que se lo ganan aunque solo sea por gritar...y quien sabe, como "algunos", pueden llegar hasta convertirse en el "hombre del año". De otras tertulias, de las innombrables, prefiero no decir nada, solo de mencionarlas, manchan.

¡Ah! Y que conste que yo no pretendo aconsejar, digo nada más...y digo que comprendo a los jóvenes que han "decidido" no oír a "ciertos mayores...aunque la triste verdad es que ellos, los mayores, con sus peleas de "perros y gatos" tampoco se dejan escuchar