Miércoles 6Noviembre 2013
¡¡¡QUE GRAN VASALLO, SI HUBIERA BUEN SEÑOR!!!
Vi hace unos días, más bien noches, en una de esas Tertulias que, como dije, no me gustan, pero que tampoco podemos ignorar, ya que, a veces, como en este caso, al que me voy a referir, aparece una ráfaga de aire, si no del todo puro, si tiene cosas de las que poder sacar buenas conclusiones y algunas
esperanzas. Presentaban un libro, escrito recientemente, por Ángel Sámper, Presidente del Partido Popular en Guipuzcoa, joven brillante y con mucho "conocimiento" acumulado a su espalda, ya que ha vivido en sus propias carnes los desmanes de los muchos violentos que en un tiempo no muy lejano ensombrecieron las verdes praderas y el enorme fondo de nobleza que atesora el país Vasco.
Como es lógico, no he leído su libro, que prometo leer a fondo, pero sus palabras, referidas al terrorismo y al como fue combatido, tanto por él, como por otros compañeros, aunque de diferentes Partidos, me dejaron el regusto que suelen dejar las cosas nobles e incluso heroicas, muchas veces, cuando lo que se tiene enfrente es la violencia de la sin razón, aunque los que la ejercen pretendan dotarla de "aderezos" que, en absoluto, le corresponde...el que mata y mata, además, por la espalda, o a seres indefensos, no tiene nada más que un nombre, que no voy a escribir por sabido y porque, además, me duele solo de pronunciarla. En su libro, Ángel Sámper narrará, estoy seguro, hechos y sucesos que, vividos, debieron ser crueles y descarnados, pero sin necesidad de abrir página alguna, solo de oírle y oírle, además, expresarse con tanta claridad de ideas, nos basta para hacernos una imagen, más que exacta, de como vivían su día a día, este joven y otros, a lo mejor no tan jóvenes, que supieron enfrentar la razón a la sin razón, aunque para ello tuvieran que jugarse sus vidas. La verdad es que a mí, personalmente, me encantó este joven dirigente del Partido Popular, que mientras que habló de lo problematico de su entorno, logró que a mí y a los que estaban conmigo, se nos olvidara su adscripción política.
¡Ah! amigo, pero Ángel no estaba allí, en la Tertulia, tan solo como representante de un modo de ser ejemplar, ante unos modos no tan ejemplares, ya, según parece, superados, estaba también como dirigente de un Partido que, de un modo u otro, iba a ser atacado...y ahí, en esos "ataques" es en los que, algo en la elocuencia de Ángel, empezó a "chirriar" como una rueda mal engrasada. Cuando los tertulianos, por una vez no enfrentados entre sí, le preguntaron sobre la deriva a la baja de la situación social y los ataques que las clases menos favorecidas estaban sufriendo en sus economías, Ángel no se arrugó, contestó, pero, sin que su elocuencia decayera, había algo en ella que "sonaba" a poco convincente; era algo así como si toda su convicción anterior se hubiera evaporado y las palabras que nos sonaban eran como tomadas de memoria, de las que cada día nos hacen llegar sus más altos dirigentes,,,ante ciertos acosos dijo que sí, que las cosas volverían a ser como antes, cosa que le reprocharan algunos de sus Jefes, pero sus palabras, muy bien dichas, sonaban como las de un Montoro cualquiera. Y a mí, más que al escucharlo, al verle, y digo lo que siento, me dio pena y es que, quiero creer, que Ángel, como otros jóvenes en su misma situación, no harían, llegado el caso, lo que por una fidelidad, mal entendida, se ven "obligados" a defender.
Todos los días, cuando te echas a la cara la prensa, te encuentras con noticias de que han sido anuladas becas, recortados estos o aquellos derechos, siempre, claro está, en detrimento de las clases más necesitadas y esto, por mucho que lo pretendan los que ahora "están arriba", es de suponer y desear que no lo mantengan los jóvenes que ahora "están abajo".
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más y, en este caso concreto, digo lo que intuí, quizás más que lo que vi.

Como es lógico, no he leído su libro, que prometo leer a fondo, pero sus palabras, referidas al terrorismo y al como fue combatido, tanto por él, como por otros compañeros, aunque de diferentes Partidos, me dejaron el regusto que suelen dejar las cosas nobles e incluso heroicas, muchas veces, cuando lo que se tiene enfrente es la violencia de la sin razón, aunque los que la ejercen pretendan dotarla de "aderezos" que, en absoluto, le corresponde...el que mata y mata, además, por la espalda, o a seres indefensos, no tiene nada más que un nombre, que no voy a escribir por sabido y porque, además, me duele solo de pronunciarla. En su libro, Ángel Sámper narrará, estoy seguro, hechos y sucesos que, vividos, debieron ser crueles y descarnados, pero sin necesidad de abrir página alguna, solo de oírle y oírle, además, expresarse con tanta claridad de ideas, nos basta para hacernos una imagen, más que exacta, de como vivían su día a día, este joven y otros, a lo mejor no tan jóvenes, que supieron enfrentar la razón a la sin razón, aunque para ello tuvieran que jugarse sus vidas. La verdad es que a mí, personalmente, me encantó este joven dirigente del Partido Popular, que mientras que habló de lo problematico de su entorno, logró que a mí y a los que estaban conmigo, se nos olvidara su adscripción política.
¡Ah! amigo, pero Ángel no estaba allí, en la Tertulia, tan solo como representante de un modo de ser ejemplar, ante unos modos no tan ejemplares, ya, según parece, superados, estaba también como dirigente de un Partido que, de un modo u otro, iba a ser atacado...y ahí, en esos "ataques" es en los que, algo en la elocuencia de Ángel, empezó a "chirriar" como una rueda mal engrasada. Cuando los tertulianos, por una vez no enfrentados entre sí, le preguntaron sobre la deriva a la baja de la situación social y los ataques que las clases menos favorecidas estaban sufriendo en sus economías, Ángel no se arrugó, contestó, pero, sin que su elocuencia decayera, había algo en ella que "sonaba" a poco convincente; era algo así como si toda su convicción anterior se hubiera evaporado y las palabras que nos sonaban eran como tomadas de memoria, de las que cada día nos hacen llegar sus más altos dirigentes,,,ante ciertos acosos dijo que sí, que las cosas volverían a ser como antes, cosa que le reprocharan algunos de sus Jefes, pero sus palabras, muy bien dichas, sonaban como las de un Montoro cualquiera. Y a mí, más que al escucharlo, al verle, y digo lo que siento, me dio pena y es que, quiero creer, que Ángel, como otros jóvenes en su misma situación, no harían, llegado el caso, lo que por una fidelidad, mal entendida, se ven "obligados" a defender.
Todos los días, cuando te echas a la cara la prensa, te encuentras con noticias de que han sido anuladas becas, recortados estos o aquellos derechos, siempre, claro está, en detrimento de las clases más necesitadas y esto, por mucho que lo pretendan los que ahora "están arriba", es de suponer y desear que no lo mantengan los jóvenes que ahora "están abajo".
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más y, en este caso concreto, digo lo que intuí, quizás más que lo que vi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario