lunes, 4 de noviembre de 2013

TRES, ERAN TRES Y LOS TRES SIN RESOLVER

Lunes 4 Noviembre 2013                


                TRES, ERAN TRES Y LOS TRES SIN RESOLVER.
                            

Los papeles de Barcenas, el caso Nos y Gurtel...¡vaya tres patas para un banco! de los que creemos saber todo y de los que, en realidad, no sabemos nada; mucha palabrería, mucha imputación, pero nada que, de verdad, nos desvele, aunque sea un poquito, cual vaya a ser su final, aunque a algunos ya nos empiece a oler a moho y envejecimiento, sin que en este  caso pase como con los vinos, que cuanto más viejos mejor saben...aquí por saber, mucho me temo que acabaremos `por no saber nada.

Es evidente que las leyes tienen más "atajos" que ojos tiene el Guadiana y, al efecto, vuelvo, una vez más, a mis años juveniles para contar que conocí un Abogado, compañero de pensión, gran amigo y que hacía la carrera junto a mi hermano Manolo, no junto a mí, que no hice más carrera que la del galgo, el cual una vez licenciado en Derecho abrió bufete en Albacete. Un día se le presentó un cliente y mostró su caso. Mi amigo, José María Fresno, lo estudio a fondo y dictaminó: "Podemos ganar". El "presunto" se fue y llevó al caso a otro Abogado, este consagrado y de prestigio. Enterado mi amigo, buscó a la parte contraria y se ofreció a llevar el litigio; litigaron y ganó el demandado. Pero, hombre, Don José María, le dijo después el demandante, usted me dijo que el caso estaba ganado..."Si, contesto Pepe, como le llamábamos, yo le dije que podía ganarlo, no que podía ganarlo otro". Esta narración, totalmente verídica, ilustra las diversas interpretaciones que pueden tener las Leyes; parece como si los legisladores las hicieran así, adrede, para que el Abogado sepa encontrar "su" camino, aunque sea dando la vuelta a la "tortilla" de la interpretación contraria.

Algo parecido debe de estar pasando con los casos que nos cupan. En todos ellos parece evidente la culpabilidad de los "presuntos", muchos y variados según los enunciados de cada de cada uno de ellos, pero, aparentemente, tan complicados que da la sensación que ni tan siquiera las nuevas generaciones llegarán a verlos culminados y los culpables, presuntos y no tan presuntos, debidamente encarcelados. Gurtel: Cualquiera minimamente versado en asuntos de las Administraciones sabe de como "se cuecen" los Concursos y como se puede "saber" de antemano quien va a ser el ganador del mismo y de eso debían de saber mucho tanto en la Comunidad de Madrid, como en la Generalidad Valenciana, pues muchos son los implicados tanto en una como en la otra, pero como los involucrados no solo son peones, aunque lo fueran de mucha confianza, si no que los "tiros" apuntan más alto, aquí aparecen  los letrados y fiscales para cada cual dar una interpretación distinta a la Ley...y entre pruebas que no aparecen y otras con muchos "atajos" el caso está atascado y "el desatascador que lo desatasque, buen desatascador será", lo que no se sabe es cuando.

Otro tanto podríamos decir del mal llamado "caso Barcenas", mal llamado porque no solo lo protagoniza el tal Barcenas, si no que hay otros protagonistas que, sin dejar de ser principales, van a dejar de serlo,  entre pruebas a las que se les niega la condición de tales y otras que se han destruido, sin que su destrucción  constituya delito alguno, según la interpretación de una Jueza que, de pronto irrumpe en escena, como nueva interprete, y dice que lo que todo el mundo vemos contra ley, es poco menos que un juego de niños...En definitiva, que hay un solo culpable, que ya está en la cárcel, que engañó a sus Jefes y que estos, por lo bien que les engañaba, le premiaron pagándole un sueldo millonario, con el añadido de despacho, coche con chofer y secretaria...Vamos que Jefes así, que por ser engañados te compensen holgadamente, los hubiéramos querido tener todos.

En cuanto al "empalmado" Duque, caso Nos, vemos al Iñaqui, conocido como Urdangarin, como un personaje al que todo el mundo, en cuanto más alto fuera su cargo mejor, quería conocer y halagar y del que ahora reniegan no solo su socio, si no todos aquellos que en su día rieron sus gracias, y  que se peleaban por fotografiarse con él,  en cuanto más fuera la proximidad, mejor. Y como yo, según parece equivocado, soy de los que cree que "tanto es el que da como el que toma" no dudo en calificar este caso no como Nos, sino como el del Presidente, la Alcaldesa, el Duque y demás comparsa, aunque ahora todos se quiten las moscas de encima y, además, se hagan las victimas...Algún día, quizás, no se como ni cuando, sabremos quien engañó a quien o quien quería "aprovecharse" de quien...también en este, como en los otros, el camino ·"tiene muchos atajos.

¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más...y como es evidente, tampoco quiero profundizar, que para eso están los expertos.














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