...Y POR FIN SE IMPUSO EL PUEBLO...
¡Y que cunda el ejemplo!, podríamos añadir. El veintiséis de Agosto del pasado año, titulé mi Grito con el siguiente encabezamiento "Madrid precisa de un nuevo Dos de Mayo" y en el mismo llamaba al pueblo de Madrid a alzarse contra sus dirigentes, que en un alarde de caciquismo, cosa bastante usual en ellos, pretendían privatizar todos sus Hospitales y con ellos todo el sistema Sanitario...su empeño era tal que una firma de los que ya se creían propietarios había montado sus oficinas en las proximidades del Centro que daba como suyo.
Con un palmo de narices debieron de quedarse cuando un Juez dictó sentencia preventiva mandando parar el procedimiento...no se con cuantos palmos se habrán quedado ahora, cuando un nuevo paron de los jueces al "despojo previsto ha llevado al elegido a dedo Presidente de la Comunidad, Sr. Gonzalez de la" Gonzalera" ha tomar la decisión de retirar el proyecto definitivamente. mientras su consejero de Sanidad, ¡menos mal que uno lo hace!, ha presentado su dimisión irrevocable...esperemos que cunda el ejemplo y no paremos ahí con el "arte" de dimitir, que tan poco se practica por esta España nuestra. El plan consistía, nada más y nada menos, que en pasar a manos privadas hasta seis Hospitales, con lo cual cerca de cinco mil trabajadores se verían seriamente afectados, tan seriamente que estaban abocados a quedarse sin trabajo y, si de por sí esto fuera poco, cerca de un millón y medio de madrileños verían como sus derechos de asistencia iban mermando paso a paso. conforme iban aumentando los beneficios de las empresas privatizadoras. El plan era muy gordo, en beneficio tan solo de unos pocos que, casualmente, siempre son los mismos. Parió el proyecto la "pobrecita" Esperanza, por más señas sus títulos y lo heredó el nacido del dedo de la misma y actual Presidente de la Comunidad Ignacio González; hasta ahora tan solo se ha producido una dimisión, la ya citada del Consejero de Sanidad, para más señas Javier Fernández-Lasquetty y sería de desear que le siguiera alguno más. Y es de resaltar que el dimisionario Consejero no era un "don nadie"; siempre de la mano de la "Esperanza", a los treinta años, era director general en el primer Gobierno de Aznar, pero antes ya había sido consejero técnico del Ayuntamiento de la capital, en su concejalía de cultura, que regentaba la señora Aguirre, después de ser dirigente de la nuevas generaciones del Partido en el barrio de Salamanca, barrio que no se distingue precisamente por sus ideas progresistas y que cobija a todas esas "señoras" que, sin soltar sus abrigos de pieles se suman a todas las manifestaciones en contra de la izquierda o favor de las ideas de Rouca Varela. También en ese barrio, que no se olvide, tiene su "choza" el ex-amigo de "todos" Sr. Barcenas.

No cabe duda de que la decisión final en el tema ha partido de los Jueces, pero el impulso, el impulso vitalizador y cada vez más necesario, partió del pueblo, que en lo que pasó a denominarse la "marea blanca, por ser cabecera de las manifestaciones la clase médica y sus batas de trabajo , recorrió las calles de Madrid una y otra vez hasta ver conseguidos sus objetivos. Paralizado y parece ser que también abandonado se encuentra el plan privatizador de la señora Cospedal en Castilla La Mancha y es de lamentar que en el "sopor pepero" en el que está sumida la Comunidad Valenciana el afán privatizador de sus dirigentes haya conseguido imponer sus criterios y entregar algunos Hospitales a otras tantas empresas que actualmente los vienen regentando...Dicen los partidarios de privatizar que la administración pública es ruinosa para la economía de los Centros y, lógicamente, del sistema, pero hasta ahora nadie nos ha esplicado el por qué lo que es ruinoso para unos, se lo disputan como fieras los otros...yo, la verdad, no lo entiendo y si alguno de ustedes lo tiene claro, le ruego que me lo cuente.
A la consecuencia más agradable que llegamos, después de lo conseguido en Madrid, es que el pueblo, si se une, puede llegar a alcanzar todo aquello que se proponga, pero para ello ha de quitarse la venda que cubre sus ojos y lanzarse a la calle, pacíficamente, por supuesto, pero haciendo valer toda la fuerza de su número; lo lamentable es que en unos sitios el "aborregamiento" y en otros el miedo, si he dicho miedo, miedo, por ejemplo, de los catalanes que se sienten españoles y no se atreven a decirlo porque no les llamen "malos catalanes" o traidores, cuando lo que está claro es que se pueden ser ambas cosas, del mismo modo que yo, personalmente, me siento manchego y, al mismo tiempo, puedo tener diez y seis sentimientos más, uno por cada Comunidad de España.
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.


A la consecuencia más agradable que llegamos, después de lo conseguido en Madrid, es que el pueblo, si se une, puede llegar a alcanzar todo aquello que se proponga, pero para ello ha de quitarse la venda que cubre sus ojos y lanzarse a la calle, pacíficamente, por supuesto, pero haciendo valer toda la fuerza de su número; lo lamentable es que en unos sitios el "aborregamiento" y en otros el miedo, si he dicho miedo, miedo, por ejemplo, de los catalanes que se sienten españoles y no se atreven a decirlo porque no les llamen "malos catalanes" o traidores, cuando lo que está claro es que se pueden ser ambas cosas, del mismo modo que yo, personalmente, me siento manchego y, al mismo tiempo, puedo tener diez y seis sentimientos más, uno por cada Comunidad de España.
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.
Por fortuna, algo que sale bien...
ResponderEliminarMagda, Gracias por estar "un ratito" conmigo...Un pueblo unido es capaz de los mayores logros. La pena es el "aborregamiento" de ciertas esferas. Un beso
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